miércoles, 18 de junio de 2008

¡Cuidado con el móvil!


Sí, hay que tener cuidado con los móviles. El otro día estaba en la habitación naranja (parece que vivo en la Casa Blanca), yo siempre dejo el móvil en el salón, y oí que sonaba. Os pongo en situación: el Torero estaba en el salón estudiando y Manolete con el. Estaba yo tan tranquila con mi Mac y de repente oigo el sonido de llamada, me lanzo corriendo pasillo palante y gritando "¡Mi móvil, mi movil!" y cuando entro al salón, el Torero que estaba al fondo a la izquierda de la habitación, con los apuntes delante de la mesa, me mira por encima de las gafas y Manolete para no ser menos, lo mismo, el sin gafas, pero me mira. Y por arte de magía, en el salón no se oía ni una mosca. Me paro en seco y los miro yo también, el aire se podía cortar; les tuve que dar explicaciones de mi carrera por el pasillo y de los gritos de apache que había lanzado. Al Torero no le sentó bien esa interrupción y me lo hizo saber y Manolete, que es quién más preocupa, porque no me habla, no pareció contento con mi explicación. Me di media vuelta e hice mutis por el foro. 
Seguro que Manolete se levantó hacia el Torero y le dió unas palmaditas en la espalda, en señal de resignación. ¡Como si lo estuviera viendo!.
Mucho cuidado cuando se oiga un móvil, dejar que suene varias veces, para aseguraros que es eso.
A Manolete lo tenemos muy bien enseñado, no le gusta que llamemos nosotros, se pone a ladrar cuando nos oye hablar, ahora... si nos llama alguién... no pasa nada, todo va bien.
Un beso para Torero y Manolete.

1 comentario:

Unknown dijo...

En este tu blog estoy descubriendo muy gratamente tu notoria capacidad para escribir. Los buenos escritores con capaces de escribir de cualquier cosa y convertir cualquier suceso trivial e insulso en el más trascendente y entretenido. Y esto lo logras tú con creces, consiguiendo dos objetivos bastante difíciles: dar el adecuado ritmo a la narración, avivándolo y aminorándolo según la situación, y aprovechar al máximo la comicidad de lo que cuentas. Haces un relato cinematográfico, dinámico y humorístico de cosas mundanas y corrientes. El resultado está genial. Sigue así.