lunes, 26 de mayo de 2008

¡LA NUEVA MARILYN!


2 comentarios:

Unknown dijo...

No sé por qué antiguamente, que es como decir hace cincuenta años, los grandes mitos eróticos del celuloide andaban tan sobrados de orejas (recuérdese a Clarkgable o a Janfribogart, a la sazón dos fotos más arriba) que hasta el vestido vaporoso y con vocación de voladizo de la Monroe también parece una oreja en plenitud de facultades. Algo habrán tenido que ver esos formidables pabellones, ese zapateado cañí sobre el piso de abajo para que siempre la tentación viva arriba y no molesten a nadie los taconeos de las bellas, los cigarros de los duros ni los áticos con luces de neón y discreta cartelería entre los que los míticos galanes paseaban de oreja a oreja su sonrisa.

Nini dijo...

Uuuufff!!! menos mal que no se me veían las mias!!! Je je je.