Cuando la memoria está tapizada en rojo, como este automóvil, la nostalgia se enreda a ella y el corazón que lo vivió todo va dejando un rastro de espumas de fuego que ahora llegan a la retina a través de tus fotos. O sea, que ese rojo me ha gustado mucho. Y me ha gustado también verlo deshacerse en el blanco y negro como las últimas pavesas del recuerdo mientras cerramos los ojos.
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Cuando la memoria está tapizada en rojo, como este automóvil, la nostalgia se enreda a ella y el corazón que lo vivió todo va dejando un rastro de espumas de fuego que ahora llegan a la retina a través de tus fotos. O sea, que ese rojo me ha gustado mucho. Y me ha gustado también verlo deshacerse en el blanco y negro como las últimas pavesas del recuerdo mientras cerramos los ojos.
¡Si pensé que eran coches coches, no juguetes!
¿Son juguetes?
:o
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